¡Hola de nuevo y Feliz Navidad!
Estoy por aquí de vuelta otra vez.
El último año y medio ha sido un pelín estresante, pero fructífero. Como algunos ya sabéis, va a hacer un año que mi familia y yo nos vendimos el piso en el que vivíamos en Barcelona. Nos fuimos a otro de la misma ciudad, pero mejor situado, para poder adaptar casi a la perfección nuestros sistemas al estilo de vida que llevamos.
En Julio de 2015 publiqué mi primer e-book en Amazon Kindle y tras darle a la tecla, inmediatamente después empecé a hacer las cajas de la mudanza. Después siguieron meses de reformas en el piso nuevo, acogidos en casa de un familiar, compra de nuevo mobiliario —en las dos mudanzas por las que he pasado hemos vendido el piso y los muebles incluidos—y todo ello combinado con el día a día.
Creo que esta experiencia —aún reciente y en progreso— puede ser una buena oportunidad para poder compartir con vosotros una parte más privada pero no menos interesante. Así que entre las siguientes entradas del blog, voy a ir explicando poco a poco, todos los aquellos aspectos de la mudanza o de la reorganización de sistemas de mi propio hogar que creo que puedan generar más curiosidad, o bien inspirar un poco al que tenga que pasar por el mismo proceso.
Incluiré detalles de cómo hemos realizado el proceso de la mudanza, y algunas fotos que haya podido hacer para tener el antes y el después… Porque sí, los sistemas se han de actualizar para adaptarse a los nuevos objetivos y a las nuevas situaciones, y la verdad, es que ha cambiado todo muchísimo, y para bien.
Como madre de dos niños y emprendedora, era necesario simplificar al máximo nuestro día a día. Y a pesar de que ya tenía bastantes sistemas automatizados, teníamos un problema más bien logístico. Mis hijos dependían demasiado de mí para desplazarse al colegio y a otras actividades, así que decidimos mudarnos mucho más cerca de la zona de colegios para propiciar su autonomía y liberarme de muchas tareas que implicaban perder mucho tiempo en itinerajes. Así que dejamos atrás la montaña del Guinardó y bajamos a la civilización 😉
Estas son algunas de las fotos del “antes”, tal y como nos encontramos el piso cuando lo compramos. Tiene 4 habitaciones aunque no son demasiado grandes, con lo cual nos hemos encontrado con unos cuantos retos a la hora de definir espacios funcionales que cumplieran todos los requisitos. Os pongo solo las del antes para ir generando un poco de curiosidad…
El piso no estaba nada mal inicialmente, pero quisimos hacer unos cuantos cambios iniciales para adaptarlo a nuestro estilo. Quitamos el estucado de las paredes, cambiamos la cocina y los labavos que estaban de origen.
Si sois un poco como yo, que os gusta ver los antes y después, y cómo la gente consigue sacarle partido a los espacios, no os perdais las siguientes entradas. Espero que os inspire un poco.
Hasta entonces, os recuerdo que podeis volver a revisar una entrada que escribí hace un par de años, muy interesante sobre cómo definir tus objetivos para el año siguiente. Si estás pensando en hacer grandes cambios en tu vida como por ejemplo, vender tu piso, no te la pierdas, porque no es algo que se consiga de un día para otro, tendrás que planificar. Aquí te dejo el link a esa serie de cómo Definir tus objetivos para el año siguiente
Saludos y hasta pronto
Carol
